El Blog de Alfarache

Cada vez que hablo con alguien de ideología llámese progre sobre la crisis (la que hasta hace nada no existía), la excusa es que "la crisis nacional viene del ladrillo y la crisis internacional viene del capitalismo y de los neoliberales" que son todos malos malísimos. Sí, hombre sí... Claro. Como consigna de cafetería de instituto eso está fenomenal.

Ahora bien, si uno no se queda ahí y mira un poquito más allá de la demagogía e ideología fácil, se ve claramente que la crisis nacional viene de no haber sabido encauzar un relevo en uno de los tres fuertes motores de crecimiento y empleo de España como ha sido la construcción, que aunque se pretenda olvidar o demonizar, ha estado dando trabajo a millones de personas en el país (desde ricos constructores, sí, hasta a los pintores, encofradores, carpinteros, transportistas y hasta los de los bares y restaurantes de los alrededores de las construcciones).

En cuanto a ese enorme motor que ha funcionado muy bien para generar empleo, tanto el PSOE como el resto de progretas estaban suicida y locamente deseando que "estallara la burbuja", para aplaudir a rabiar en esa lamentable actitud progre de que cuanto peor mejor. Ok, tarde o temprano el motor se iba a ralentizar o parar, o explotar, sí, pero el nuevo Gobierno debía continuar la labor inacabada... La economía es fija, se mueve.

Si hubiera sido un verdadero “Gobierno” tendría que haber TRABAJADO (ya sabemos que PSOE y "trabajar" son términos contradictorios) y haber puesto en marcha medidas para fomentar y crear los necesarios uno o dos motores nuevos que tomaran el relevo, por ejemplo con el fomento de la competitividad, de la investigación privada, de tecnologías como hizo Corea, usando por ejemplo bajadas de impuestos, incentivando, y así desarrollar otros sectores. Buscar cosas nuevas, ¡trabajar! Pero no. Mejor quedarse durmiendo, hacer sólo un par de leyes chorriprogres en 5 años y gastar a mansalva el dinero que dejó el PP con la caja llena, presumiendo encima como si lo hubieran logrado ellos. Y así nos luce el pelo.

¿Y qué decir de la crisis internacional posterior... que es la única patética excusa que balbucea el holgazán de Zapatero echando balones fuera para justificar su desastre en España? La verdad es que a Z le ha venido Dios a ver para agarrarse a este clavo ardiendo. Es curioso intentar justificar que la ruina de Lehman Brothers hace que mágicamente el paro se dispare a la vez en España a razón de 100.000 o 200.000 parados por mes (para llegar en breve al muy socialista 19 o 20% de paro) y que nuestras Pymes también mágicamente se arruinen porque Administración y Ayuntamientos no paguen sus deudas. Todo culpa de fuera... del contuvernio judeo-americano. No paró de repetirlo ayer en el programa "Aló presidente, tengo una milonga para usted". Pero vamos... que no se lo cree ni un niño de teta... bueno sí, un lector de El País.

Pero es igual. Zapatero sabe que no necesita dar explicaciones reales... tan sólo necesita comunicar una "excusa", un ligero “argumento” para que los fanáticos votantes del PSOE se enganchen a la “frase” agradecidos y desesperados, para defenderse de la realidad y del sentido común en cualquier discusión política con gente de otras ideologías, y para justificar el mantener su inexplicable voto.

Y por cierto, la crisis internacional no viene del liberalismo (ni nuevo ni viejo), sino que viene precisamente del tremendo intervencionismo de los Estados y Bancos Centrales gubernamentales que son los que CONTROLAN el mercado, las monedas y que bajan o suben los tipos de interés de modo artificial. (En este caso los bajaron hasta tasas menores que la inflación y eso desvirtuó el mercado). Y luego están los golfos, que los hay... y para eso está la cárcel. Pero todo comenzó por el intervenciomismo de siempre…. y termina ahora con el mismo intervenciomismo de siempre, ¿cómo no? Y pagando como siempre con nuestro dinero. Con el de nuestros altísimos impuestos, que se van a quedar pequeños cuando Z nos los suba por el “bien social”. Lamentable.

Etiquetas: Economía, España, Internacional, Liberalismo, PP, Progresismo, PSOE