El Blog de Alfarache

Todavía no puedo evitar sorprenderme de la diferencia de rasero que existe -y ha existido siempre- en la izquierda. Por ejemplo, a un golpe de estado dado por la derecha se le llama golpe de estado, pero a un golpe de estado de la izquierda, como el perpetrado por el PSOE en 1934 contra el Gobierno legítimo de la II República, se le llama revolución. Otro ejemplo. Al control del 80% de los medios de comunicación escritos y radiofónicos y del 100% de las televisiones nacionales por parte de la izquierda -que no transmitieron la manifestación del sábado- se le denomina pluralidad informativa -aún cuando la manipulación, el servilismo y la utilización política en ellas sea vomitiva, asqueante y constante-, pero al intento de protesta cívica y verbal desde alguna de las pocas cadenas de radio o periódico todavía no afín al régimen, y con ideología más orientada al centro derecha, denunciando desmanes, corrupciones y abusos del Gobierno, es un intolerable ejemplo de fascismo y de desestabilización social. Pues bien, este pasado sábado, mientras cientos y cientos de miles de personas, que superaban el millón -y de verdad- muy de largo, los dirigentes de la izquierda han tachado a éste de "golpe de estado", de movimiento falangista nostálgico, e incluso hasta de cosas peores. Cuando una manifestación así la hacía la izquierda era el pueblo el que hablaba y protestaba, y los gobernantes deberían tomar nota... cuando ahora lo hace la derecha o el centro derecha, es intolerable y antidemocrático. Y por supuesto aquí nadie se molesta en tomar nota, porque los que salen son unos fachas. No es el pueblo... es el populacho.

Al hilo de esto, publico hoy un estupendo chiste del genial humorista gráfico Montoro, quién ha calcado la realidad de lo que ocurre en la "nueva Corte" de las Españas. Los pelotas del reino adulan y regalan lo oídos al monarca absoluto "Zapatero I" quién vive en su torre de marfil creyendo que todo va estupendamente, a pesar de minar la Transición, gobernando a sus súbditos a su antojo, sin explicar y sin escuchar a nadie. "Total, la mitad son borregos que engañamos y manejamos como marionetas gracias a Prisa, señor", piensa su camareta, "y el resto, son fachas, así que dan igual". La corte a su alrededor, zanganeando y adulando, igual que a Luis XVI... aunque no olvidemos cómo terminó Luis XVI. Al despreciable Mao, también le ocurría lo mismo. Cuando a veces se levantaba de la cama donde pasaba semanas y semanas tumbado sin lavarse y adonde le llevaban chiquillas vírgenes chinas para su disfrute, de vez en cuando salía a visitar algunos campos de China, y su grupo "cortesano" de camaradas del partido le montaban pueblos de cartón piedra y le preparaba los campos con falsas buenas cosechas jalonadas las carreteras de falsos y musculosos campesinos chinos vestidos al huso, escondiendo, por supuesto, a los hambrientos y harapientos verdaderos lugareños. Aquí llevamos la misma línea. Negar la realidad. Desde hace unos días, sigo pensando que De Juana y ETA va a ser el "Irak" de Zapatero. Y él sin verlo. Y si no, al tiempo.

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