10 enero 2007

Petición formal de una Medalla para José Luis Rodríguez Zapatero

Hola de nuevo. Tras los espeluznantes acontecimientos que han ocurrido durante estas Navidades, y que son simples consecuencias del descerebrado y macabro plan llevado a cabo durante los últimos años por el demente demagogo y psicópata iluminado que tenemos viviendo en la Moncloa, no podía dejar de escribir algo en el blog. Huelga decir que aunque realmente debemos culpar a ETA por sus asesinatos, crímenes y demás desmanes, y que es necesario apretarse todos juntos hombro con hombro contra ellos y no culpar a quién no se debe y todas esas cosas que es preciso realizar para ser políticamente correctos, sin duda no es posible olvidar que si el PSOE no estuviera atrapado por ETA, por los motivos que el propio PSOE sabe, y si éste no hubiera detenido la lucha y la aplicación del Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo firmado con el anterior Gobierno de España y con el PP, es casi seguro que a estas alturas ETA no habría matado a dos chavales en el aeropuerto con media tonelada de explosivos y que esa misma maldita ETA sería ya prácticamente un mal recuerdo, como lo es hoy el GRAPO.

Pero no. A pesar de que a principios de 2004 ETA estaba boqueando, asmática, casi inoperativa y bastante desesperanzada, resultó que sus posibles planes con lo más oscuro del PSOE y con los marroquíes para montar el 11-M les salió muy bien, y lograron que el guiñapo mentalmente disminuido Zapatero interrumpiera su acorralamiento y detuviera el pacto antiterrorista en lugar de detenerles a ellos, para cambiarlo por sonrisas falsas de megaprogre, mezcladas con serios y estudiados gestos de supuesta trascendencia y engolada voz de engañabobos para la galería, junto a resueltas campañas de insultos a las víctimas y al resto de demócratas, más un montón de vergonzosas patrañas, mentiras y manipulaciones mediáticas lanzadas desde todos los medios de comunicación pertenecientes o entregados a sus multimillonarios amigos.

Eso es ZapaT-4ero. Una mera imagen, una mentira viviente, un Don Nicanor de tambor hueco y sucio, un producto del autoengaño, un holgazán que finge que trabaja, un inoperante e incompetente que jamás habría podido desempeñar un cargo de cierta relevancia en cualquier empresa privada, una caricatura cada vez más patética, alopécica y encorvada, una chepa andante, una mera ilusión que se ha ido convirtiendo en una mala pesadilla, un obseso sapiente de su propia incapacidad mezclada con patéticos intentos de demostrar que es un genio y que ha acabado por creerse sus propias patrañas como si realmente fuera inteligente, un rey desnudo que él mismo se empeña a sabiendas en decir que va vestido, acomplejado, que convence a todos sus lechones de que no lleva sus vergüenzas colgando... y que con el tiempo ha acabado creyéndose que lleva un traje de Brioni, un pastor de borregos, un anuncio falso de revista barata, un fuego fatuo, un conjunto de estúpidos actos de demente que está arrastrando “a todos y a todas” al hoyo, desde los pesebristas de su propio partido que saben que es un fraude, al resto de españoles que nos despeñamos cada vez más, un irreconciliable con la realidad, un mesiánico sectario de consignas falsas, un dogmático de estereotipos ajados, un intolerante con el típico falso barniz izquierdista de supuesta tolerancia y buenismo, un inmaduro aplicador de patrañas asamblearias estudiantiles, un irreflexivo improvisante que juega con fuego, un iluminado autoengañado, una pistola vieja sin seguro, un fenómeno lamentable de feria que por suerte o por posible golpismo ha llegado a ocupar un puesto impensable para dirigir, para nuestra desgracia, los destinos de la octava nación más importante de la Tierra, y de la primera nación del mundo de todos los tiempos que ha sido un imperio verdaderamente global durante siglos. De ésta nuestra querida España.

El tiempo pone a cada uno en su sitio, desmonta los castillos de naipes y saca a la luz las vergüenzas, deslealtades y traiciones. Lo malo es lo que ocurre durante ese tiempo, y sus consecuencias.

Pero tras todo ello, y por los motivos anteriormente expuestos, no hay duda: el club de los peores gobernantes de España cuenta con un nuevo socio vitalicio. Carlos II el Hechizado se abraza emocionado con Fernando VII a las puertas de la hermandad, y los dos ondean pequeñas banderas de bienvenida para su nuevo amigo y socio... José Luis Rodríguez Zapatero. Por ello y con todo merecimiento, yo personalmente, y desde este blog, propongo que ellos junto a todos los españoles que en el mundo son y han sido otorguen con todos los honores y sin ninguna duda el más merecido título que jamás pudiera entregarse a tamaño gobernante.

Solicito solemnemente que le sea entregado en vida o a título póstumo -si fuera preciso- la "Medalla como Hijo Predilecto de la Gran Meretriz" a Don José Luis Rodríguez Zapatero por sus (terribles) logros, su (dis) capacidad y por la brillante y humeante manera de llegar al poder. Desde aquí mi petición y mi voto.

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